Todos los jóvenes de los barrios más pobre también tienen el derecho de ser tratados como personas e hijos de Dios. Es nuestro deber salir a su encuentro, amarlos, acogerlos y con ellos caminar hacia la superación y la capacitación necesaria en la vida.
El centro atiende a jóvenes entre las edades de 9 a 13 años para que puedan superarse a pesar de la destrucción de muchos de sus hogares y del ambiente de violencia y hostilidad que impera.
Se les anima visitándolos en la escuela y en sus hogares. Le ofrecemos una mano amiga en su caminar, conscientes de que Jesús va a nuestro lado.
El Centro AME los motiva en la superación de sus impulsos agresivos y les ofrece apoyo en el deseo de mejorarse. Los formamos para que sean misioneros en su ambiente juvenil, para así atraer a otros con su entusiasmo y perseverancia.
El Centro los capacita en la vida espiritual para que sean fortalecidos en la fe hacia ellos mismos y como consecuencia en al amor y respeto hacia el otro para lograr la fraternidad.
Las Misioneras de Cristo Salvador surgen ante la necesidad de combatir la soledad, abandono y el deterioro encontrado entre los jóvenes, pobres y más necesitados. Atraídas por esta realidad fuertemente expresada en sectores pobres de Puerto Rico, las Misioneras deciden establecerse en el Barrio Vietnam de Guaynabo donde trabajaron por 24 años.
Movidas por la Providencia y deseando dilatar el Reino de Dios, fundan en el Barrio Cotto de Arecibo el 22 de noviembre de 2009. Desde entonces nuestros jóvenes tienen una dirección, un lugar de encuentro, una esperanza, un deseo de superarse porque han descubierto que su vida tiene sentido.
El 26 de mayo del 2013 se inauguraron las nuevas facilidades para continuar respondiendo al sueño de vivir entre los pobres para testimoniar la vivencia Cristiana a través del amor, la acogida y el servicio.
Filosofía
Animación Misionera Espiritual (AME)
Objetivos
Trasfondo Histórico
- Convertir a los jóvenes que asistan al Centro en personas conscientes de su potencial riqueza.
- Desarrollar líderes que en unión al Centro trabajen para mejora su ambiente.
- Llegar a las familias para concienciarlas de su potencial de vida en ese núcleo; y capacitarlas para lograr que fortalezcan a sus miembros.
- Llegar a través de todos los Programas a convertir al joven en forjador de su destino.